Aunque para los padres es difícil aceptar que un hijo tiene preferencias sexuales hacia su mismo sexo, para él o ella confesarlo es un paso que requiere de mucho valor. Cómo  contarlo y cómo afrontarlo.

“Inesperadamente escuché su anunció: ‘Mamá: soy gay’, dijo mi hijo. Yo sonreí, esperando que me respondiera con una carcajada y me dijera que todo había sido un chiste. Pero no fue así. De inmediato me senté y me puse a llorar.

Jamás pensé que esta situación tocaría a mi familia”, cuenta Amparo, madre de Andrés, de 25 años, y quien a los 18 ya había reconocido su inclinación sexual.

Según el sicólogo y sexólogo, Guillermo Gonzáles, esta escena se repite con mayor frecuencia, pues cada vez son más los hijos que desean contarles a sus padres acerca de su inclinación sexual, o como lo llaman comúnmente, “salir del closet”. Para ellos, este hecho “es un acto de auto-conocimiento, de amor, de confianza y de valor, que implica superar el miedo y el temor a ser rechazados”, explica el especialista.

Sin embargo, este proceso no es nada fácil, pues los prejuicios tradicionales de nuestra cultura fomentan sentimientos de rechazo y algunos padres confundidos expresan reacciones negativas y dolorosas, producto del desconcierto, miedo, culpa, rabia y falta de información.

¿Cómo hablar del tema?

Ser homosexual no es una tendencia que se puede suprimir, es algo involuntario. Así que el primer paso para compartirlo es estar seguro de lo que se es, pues de esta manera podrá hablar de ello con comodidad, respondiendo adecuadamente a las preguntas que le hagan.

Y aunque usted crea que está preparado(a) para decírselo a sus padres, debe analizar la situación y el momento por el que atraviesa tanto la familia como personalmente. Según los expertos, no es recomendable hacerlo durante períodos de depresión o en el clima más alto de una discusión. Por el contrario, elija un momento en el que la familia no tenga ninguna crisis, de tal manera que la noticia no sea utilizada para herir o culpar a cualquiera de sus miembros.

Después de hacerlo, los padres entrarán en una etapa de shock, en la cual se entremezclan sentimientos de culpabilidad y desesperación al no saber qué hacer. Luego viene la negación y finalmente la aceptación.

Aunque no todos los padres completan las etapas, es importante tener mucha paciencia y saber que ellos tienen el derecho a tomarse el tiempo que necesiten para afrontarlo.

Padres: ¿cómo afrontar la noticia?

El proceso de asumir la orientación sexual de un hijo o hija supone, en muchos casos, que injustamente se desarrollen sentimientos de culpa. Sin embargo, lo más importante es que antes de juzgar, dialoguen. Lo primordial es entender que ser gay o no, no está bajo su control, ni el de los hijos.

Por lo general, el mayor temor de los adultos se fundamenta en el “qué dirán”. Para superarlo, es necesario pensar que esa persona es ante todo su hijo y que necesita apoyo y aceptación para enfrentar los retos de una sociedad que poco los comprende y, por supuesto, son los padres los lazos para llenarlos de seguridad y confianza.

El rechazo es otra de las consecuencias de la noticia. “Los padres alejan a sus hijos, olvidando su derecho a ser felices y a realizar un proyecto de vida acorde con sus intereses y aptitudes, relegándolos como hijos de segunda clase”, afirma el sicólogo. No se puede permitir esta conducta, pues se estarían olvidando sus talentos y otras cualidades importantes que sobresalen antes que el aspecto sexual.

Por ultimo, es esencial recordar que el amor de padre no tiene que ver con la orientación sexual. Éste se traduce en la capacidad de amar y ser amado, por lo que la mejor alternativa es brindar comprensión y apoyo. De esta manera, muchos suicidios, depresiones y abandono del hogar o del colegio o universidad, podrán ser evitados.

¿Cómo preguntar cuando la duda existe?

Cuando se sospecha que un(a) hijo(a) o hermano(a) es homosexual, no hay que sentir temor de acercarse y expresarle la duda, eso sí de una manera cariñosa. Lo más posible es que inicialmente lo niegue, pero si usted es sincero y amigable, puede tener la seguridad de que sembró una semilla de confianza que se convertirá en un puente de amor y apoyo.

Cuando esa persona se sienta preparada para hablar sobre su homosexualidad, seguramente usted será el primero en saberlo. “Los padres que dan este paso han ganado la batalla del amor por su hijo y van a poder ayudarlo a ser una persona de bien, respetuosa consigo misma y con la sociedad, con metas profesionales y espirituales como cualquiera de los otros hijos”, explica el experto.