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  Muere Garcia Marquez a los 87 años
 

MUERE GARCIA MARQUEZ A LOS 87 AÑOS


 

GUADALAJARA, JALISCO (17/ABR/2014). La tarde de este jueves se difundió en las redes sociales la muerte del Premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez, luego de darse a conocer la noticia de que libraba una nueva batalla contra el cáncer.

La periodista Fernanda Familiar escribió en su cuenta de Twitter pasadas las 13:30 horas: ‘’ Deja de latir el corazón de Gabriel García Márquez, seguido por ‘’ Muere Gabriel García Márquez. Mercedes y sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, me autorizan dar la información. Que tristeza tan profunda...’’

Apenas hoy, su médico personal, Jorge Oseguera, quien le visitó en su casa de Ciudad de México, dijo que el estado del escritor colombiano 
seguía siendo ''delicado'', según medios colombianos.

La emisora colombiana Caracol Radio indicó que Oseguera visitó el miércoles al Nobel de Literatura de 1982 en dos ocasiones, primero a las 13:00 hora local (18:00 GMT) y luego a las 19:25 de la noche (00.25 GMT del jueves).

Gabo, como se conoce afectuosamente al escritor, estuvo ocho días ingresado en un hospital de Ciudad de México, hasta el martes de la semana pasada, aquejado por un proceso de infección pulmonar y en las vías urinarias del que se recupera ahora en su casa.

Esta semana diarios como El Universal y El País afirmaron que "Gabo" 
sufrió una recaída ante el cáncer linfático, del que había padecido en 1999.

Las condolencias se hicieron presentes a través de Twitter, resaltando la de Shakira y Juanes, ambos igual que "Gabo" (como era afectuosamente llamado) eran originarios de Colombia.
 
Shakira, expresó su sentir a través de Facebook, agregando una imagen acompañada del siguiente texto: "Querido Gabo, alguna vez dijiste que la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla... Tu vida querido Gabo la recordaremos como un regalo único e irrepetible, y como el más original de los relatos. Es difícil despedirse de ti, puesto que nos has dado tanto! Te quedarás para siempre conmigo y con todos los que te quisimos y admiramos".
 
Por su parte, Juanes utilizó su cuenta de Twitter (@juanes) para expresar lo siguiente: "Se va el más grande de todos pero se queda su inmortal leyenda .. Gracias Gabriel Garcia Marquez".
 
Otros artistas de unieron a la ola de comentarios dedicados a García Márquez,



La Càtedra de Julio Cortàzar:

A fines de diciembre de 1993, el escritor colombiano Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes decidieron destinar el monto de las becas que el gobierno mexicano les otorgó como "creadores eméritos", para fundar la Cátedra Latinoamericana "Julio Cortázar" en la la Universidad de Guadalajara (UdeG), para de ese modo rendir un homenaje a uno de los mayores escritores latinoamericanos del siglo XX quien, además, sostuvo con ambos una larga relación de amistad.

En palabras de Dulce María Zúñiga, directora de la cátedra, ambos escritores coincidían en que "había que reavivar la memoria" del argentino a poco más de una década de su fallecimiento; así, desde su fundación, García Márquez participó "muy activamente" –por decisión– dentro del comité técnico que definía el programa académico y se reúne anualmente.

Así, aunque se anuncia en 1993, la 
Cátedra Julio Cortázar fue inaugurada el 12 de octubre de 1994 en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG, en un acto solemne que presidieron Fuentes y García Márquez, en compañía de Aurora Bernárdez, viuda del autor de Rayuela; cuatro meses después darían inicio las "actividades formales" con una lección inaugural a cargo del estadista colombiano y Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.



El Nobel

En la ceremonia del Nobel, viste con una guayabera caribeña blanca y lleva en la mano un rosa amarilla, símbolo de Colombia y su amuleto personal (Mercedes coloca cada día una en su mesa de trabajo). Elige como tema musical el Intermezzo interrotto de Bela Bartok. Su discurso de agradecimiento es un canto de amor a América Latina. Entre otras cosas dijo: “Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíbles nuestra vida. Éste es el nudo de nuestra soledad”.

Concluyó formulando un deseo: el de “una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Con parte de los 157 mil dólares que gana con el Nobel, decide “fundar un diario en Colombia con periodistas menores de treinta años, para que adquieran el oficio como se debe. Un diario destinado a exaltar los valores fundamentales del hombre, sin banderías”. En homenaje a un cuento de Borges decide llamar al periódico El otro, aludiendo con ello a su “otra” vocación y personalidad.


Involucra en el proyecto a dos de sus grandes amigos: a Rodolfo Terragno, fundador de El diario de Caracas y el novelista argentino Tomás Eloy Martínez. El proyecto, sin embargo, morirá antes de nacer, como dice García Márquez, “asfixiado por la literatura”. Una noche inquieta (a García Márquez le preocupa encontrar el tono adecuado para El otro: ¿un realismo mágico sembrado de adjetivos restallantes? ¿La precisión de cirujano de sus crónicas políticas?) sueña con “una novela en la que un viejo de 80 vive una historia de frenesí sexual con una vieja de 70”. El demonio de la literatura le ha entrado otra vez en el cuerpo y sabe que ya no puede escapar de él.


Cuando todo está preparado para la aparición de El otro, les dice a sus amigos: “Instálense en Bogotá y empiecen a trabajar. Yo tengo que encerrarme a escribir la novela sobre los viejos”. Sus amigos, obviamente, se niegan (¿cómo El otro de García Márquez se va a escribir sin García Márquez?) y el García Márquez novelista se instala en la mágica Cartagena de Indias, donde, en “un periodo de felicidad casi completa” escribe la historia de Florentino Ariza y Fermina Daza, en la que recrea el difícil noviazgo de sus padres: El amor en los tiempos de cólera (1985).


Las pruebas de García Márquez

Crónica de una muerte anunciada se publicó en 1981, un año antes que Gabriel García Márquez recibiera el Nobel.

Por Juan Martini.

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El joven Gabo.

Simpático, ingenioso, empachado de sí mismo, y un toque hortera, Gabriel García Márquez se estiró en el asiento del bar y con las manos cruzadas sosteniéndose la nuca dijo que el narrador de su próxima novela era él pero no era él. Vestido con un overall, una polera de cuello alto y un par de botas amarillas, Gabo sonrió. Estábamos en la terraza del bar que hay en el edificio de la Diagonal donde tiene su oficina la agente literaria Carmen Balcells. La plaza de Calvo Sotelo resplandecía con la luz de una primavera rubia y apenas más allá los árboles del Turó, un pequeño parque enrejado, se espejaban en la fuente. Ricardo Rodrigo era el director de la editorial Bruguera y yo uno de sus editores. Los tres tomábamos cerveza y charlábamos. El narrador de su próxima novela, decía García Márquez, en rigor no era él mismo -aun cuando había vuelto al pueblo del Caribe donde transcurre para terminar de reconstruir los hechos- porque una crónica siempre ficcionaliza lo que cuenta y entonces un personaje real se transforma en un personaje de ficción.

 

Ya estaban en marcha las negociaciones que de la mano de Ricardo Rodrigo (quien pocos años después fundaría la sólida RBA) y de la consideración recíproca que se tenían con Carmen Balcells culminarían con la compra por parte de Bruguera de los derechos de Crónica de una muerte anunciada para la edición en rústica y en tapa dura, y de toda la obra anterior de García Márquez para ediciones de bolsillo. Cuando terminó aquel aperitivo García Márquez prometió que la próxima vez que estuviera por Barcelona, ya que se iba no recuerdo adónde, comeríamos un asado. Se ve que el viaje se prolongó más de lo que tenía previsto porque nunca comimos ese asado. Pero parecía mentira y hasta cierto punto emocionante que el autor de más exito de la lengua castellana en el siglo XX tuviese tiempo para entretenerse con ese tipo de promesas.

crónica de una muerte anunciadaBruguera 1981: La primera edición.

La cuestión es que un buen día, en 1981, llegó a mi mesa, en la editorial Bruguera, la caja de cartón forrada con papel madera y lomo y cantos de tela color naranja en la que Carmen Balcells envió una fotocopia del original de la nueva novela de Gabriel García Márquez. El contrato tenía más de una cláusula no habitual en los contratos habituales con que autores, agentes y editoriales acuerdan la edición de un libro. Una de esas cláusulas obligaba a la editorial a realizar, además de la edición normal o paperback, una edición de lujo, encuadernada en tapa dura y con los primeros 500 ejemplares numerados que serían para Gabo, quien los firmaría y los regalararía o utilizaría según sus deseos y necesidades.

En aquellos años, en Barcelona, recibí muchos originales o copias de originales de libros fundamentales. El más apreciado, lo he dicho en otra crónica, fue el de la novela Dejemos hablar al viento de Juan Carlos Onetti. Pero en el libro de Onetti me manejé con confianza. También llegó, un mal día, Nadie nada nunca de Juan José Saer. En este caso Rodrigo, por más que insistí, no se atrevió a publicar esa novela porque le había parecido muy compleja y la carpeta gris en la que había llegado partió, con todo el dolor de mi alma, de vuelta. La copia del original de García Márquez me dio miedo.

Otra de las cláusulas no habituales del contrato establecía que García Márquez corregiría una única vez las pruebas, que Bruguera debía proveer las películas a los tres coeditores sudamericanos, y que el libro debía llegar a los lectores sin una sola errata. Quizás esta última exigencia no figuraba en la cláusula pero la escuhé de boca de Balcells y se me grabó a fuego como el undécimo mandamiento.

Bruguera haría una primera edición de 100.000 ejemplares para España. En Argentina lo publicaría Sudamericana, en Colombia la Oveja Negra y en México la editorial Diana. Desde esos tres países el libro llegaría, además, a toda hispanoamérica. Y las películas para la impresión por parte de esas tres casas debían salir de Barcelona sin una sola errata.

Así que leí por primera vez la Crónica para saber qué teníamos entre manos. Después, cuando llegaron las pruebas de galera. Por tercera vez al recibir las pruebas de página y antes de mandárselas a Balcells para que se las mandara a García Márquez. Por cuarta vez cuando García Márquez las devolvió con sus últimas correcciones. Y leí por quinta vez la Crónica de una muerte anunciada después de incorporar las correcciones de Gabo y al pie de las máquinas porque es común que al incorporar una corrección se comentan nuevos errores… Poco después el libro llegó a la calle y no tuve quejas.

garcía márquez recibe el nóbel
1982: García Márquez recibe el Premio Nobel con una guayabera

De la edición de lujo, en tapa dura con sobrecubierta y papeles de alto gramaje se hicieron, me parece recordar, 5.000 ejemplares que, como era lógico, no se vendieron en seguida. Pero el año siguiente fue 1982: entonces cayó el Premio Nobel, todo García Márquez se agotó en 24 horas… y el Corte Inglés compró la totalidad de ejemplares en hardcover que quedaban en los depósitos de Bruguera y los vendió en un puñado de días.

Crónica de una muerte anunciada es, para este cronista que nunca se rindió a los cantos de sirena del realismo mágico, no el libro más admirado pero sí un libro memorable. Es cierto que durante años no se me pasó por la cabeza ni de casualidad volver releerlo. Pero también es cierto que más de una vez lo he recomendado en los talleres literarios, junto con Los adioses de Onetti, para analizar el punto de vista y la figura del narrador. Dicho de otra manera, debo haber leído la Crónica no menos de ocho o nueve veces y es, sin dudas, el libro que más veces he leído en mi vida.




 




 
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Editor: Carlos Mario Saldarriaga Diez . Fotografías: Guillermo Naranjo, Videos: Cafè Internet SD. © Faceta5 2017 . Todos los derechos reservados Para visualizar nuestro sitio recomendamos utilizar navegador Internet Explorer 4.0 o superior y una resolución mínima de 800 x 600 Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
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