Noviembre 2 de 2014.

La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Muertos, Día de las Ánimas o Día de los Fieles Difuntos, es una celebración cristiana que tiene lugar el 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.

En Colombia, Antioquia y en Medellín ésta es una tradición con profundas raíces religiosas que, aunque pareciera haber perdido fuerza, se hace notoria sobre todo los dos primeros días de noviembre, cuando se celebra el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos. 

Durante estas fechas es común la asistencia masiva a los cementerios, también es tradicional la realización de la novena a las ánimas del purgatorio que, aunque dura nueve días, puede ser repetida a lo largo de todo el mes.

En esta época se celebran eucaristías donde se pide por el alma de los muertos, y quienes visitan el campo santo llevan flores, cartas, velas, rosarios, estampitas y agua. “La vivencia del Día de los Difuntos es más espiritual, es más de estar en recogimiento orando por las ánimas y su descanso eterno”.

La base teológica de la fiesta es la doctrina de que las almas, que al partir del cuerpo no están perfectamente limpias de pecados veniales o no han reparado totalmente las transgresiones del pasado, se encuentran purificándose en el Purgatorio. Según la visión cristiana, el creyente en la tierra puede ayudarles con las oraciones, la limosna y sobre todo por el sacrificio de la Misa.

Aunque la costumbre de orar por los difuntos y celebrar misa por ellos es tan antigua como la Iglesia, la fiesta litúrgica por los difuntos se remonta al 2 de noviembre de 998 cuando fue instituida por San Odilón, monje benedictino y quinto abad de Cluny en el sur de Francia.

 
Diario Informativo Barboseño
Cra 15 Nº 13-49
Barbosa, Antioquia.

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