El Pobre Puente
Por: Carlos Mario Saldarriaga Diez
Fotos y audios: Guillermo Naranjo
Barbosa. Antioquia Abril 30 de 2014
El puente sobre el rio Medellín en el sector del Matadero, municipio de Barbosa, yace viejo, olvidado por el paso de los años. Son muchos los que pasan de largo en todas las horas del día, peatones, motos, carros, caballos, vacas, perros, coches y carretas. Es la única fuente de comunicación de la Cra 21 con los Barrios el Porvenir, la Estación, la Carrilera, las veredas de Graciano, Buga, las Peñas, el Chorro, Alto de Matasano, los Petroglifos, los caminos prehispánicos que fueron la fuente de comunicación con el resto del territorio nacional.
El hoy desvencijado puente, lleno de oxido, que rechina constantemente al paso de los transeúntes y vehículos que por el circulan. El puente sumido en el olvido por las administraciones municipales que han desangrado el patrimonio de los Barboseños maquillándolo por las partes más visibles sin realizar ningún trabajo en su estructura, que con el paso de los años a pesar de varios millones de pesos invertidos en él, aun sobresalen sus huecos, tarjaduras, sus parales deteriorados, sus vigas oxidadas y sus soportes con hendiduras que el rio y la humedad han carcomido día a día.
A un lado quedan los viejos recuerdos de aquel puente que sirvió de única vía de penetración para los Barboseños, a donde todos los días recurrían a la antigua estación del ferrocarril a abordar el tren que los conduciría hacia el nordeste del departamento, a la zona costera o a los Santanderes y que como medio de transporte fue parte fundamental en la economía de muchos colombianos "El FERROCARRIL DE ANTIOQUIA".
Aquel imperio azucarero que se desarrollo en los tiempos de Pepe Sierra, que era el puente, el viejo puente, la única vía de acceso al ingenio del indio y la Mayoría de don Bernardo Jaramillo Sierra, hombres que cambiaron la historia de este país y de los Barboseños rodeando la región de caña, ganadería y panela.
Quedan los viejos recuerdos de varias parejas que a la brisa del rio, en este viejo puente, aprovecharon sus alrededores para echar una canita al aire, otros declararon su amor, hoy cuentan a sus hijos y nietos “ Aquí fue el lugar donde su papá me pidió matrimonio”. Muchos de ellos llegaron a formar parte de la administración municipal y Concejo. Hoy se olvidaron, se olvidaron del viejo puente.
En la parte Industrial fue el puente el eje principal del desarrollo del municipio al permitir todos los días que centenas de trabajadores pudieran cumplir sus horarios de trabajo en la Empresa Colombiana Kimberly una de las más antiguas de este territorio.
Barboseño que se respete tiene una foto que guarda con cariño en el álbum familiar, que son recuerdos y memorias de aquellas épocas pasadas, en donde hasta el viacrucis del viernes santo llegó a pasar por el viejo puente cuando salía de la La Estación hasta el templo San Antonio de Padua por los años 77 al 80 y hoy sigue el viejo puente moribundo por los años y deterioro pues su construcción data desde 1930 y hasta finales de los 80 su piso fue de madera.
El puente pide a gritos no quedar en el olvido, el pobre puente se lamenta de ver crecer un municipio que vio nacer y que hoy cuenta con 47.800 habitantes, que ninguno de ellos se acuerde de él, de ver obras de gran magnitud que en sus momentos iniciales le hicieron creer que por fin le llegaría la remodelación, como fueron la doble calzada y el Malecón del rio que hoy llega a sus partes laterales, viendo el progreso a su lado, sin que a él también lo toquen.
El viejo puente suplica a los transeúntes que día a día pasan por sus hierros retorcidos que se encomiendan a las oraciones del Cristo de la Cripta de Buga y que pertenecen al la Parroquia de la Divina Misericordia, para que se acuerden que algún día èl también fue bendecido por un sacerdote para que permitiera el desarrollo y progreso de un municipio, que en sus columnas rociaron agua bendita para que perdurara por muchos años en épocas del Presbítero Luis Eduardo Pérez Molina el cual dejo un legado histórico y cultural en nuestro municipio.
El pobre puente hoy yace entre el progreso y el olvido, a la espera de que también le llegue su turno y que la voluntad política de un funcionario público lo reviva, porque sabe que para un 30% de la población Barboseña es indispensable en su ir y venir, porque si no existiera se verían obligados a recorrer más de tres kilómetros para utilizar a su vecino más cercano El puente de Colombiana Kimberly hoy cobijado por el desarrollo vial e industrial del municipio.
AUDIOS DE CIUDADANOS RESIDENTES DEL SECTOR
Diario Informativo Barboseño
Cra 15 Nº 13-49
Barbosa, Antioquia.
© 2015 Barbosa Antioquia.
Todos los derechos reservados.